En función del estilo que tengan los muebles, podemos diferenciar las siguientes variedades que comentamos a continuación:
Colonial: son aquellos muebles típicos de propiedades y viviendas de campo anteriores al siglo veinte. Se hacen con materias primas propias del lugar como maderas naturales y artesanía o toques singulares dando un aire exótico.
Tradicional: estas piezas son popularmente conocidas por su aspecto convencional y elementos muy distinguidos. Por ejemplo: tapices difíciles y líneas curvas muy bien cuidadas, formas exactamente iguales, maderas no tan claras, con brillo…
Moderno: Se suelen relacionar con una decoración minimalista. El objetivo por el que se crean es para que sean prácticos y usables.
Clásico: estos muebles son reconocidos a simple vista por mostrar tonalidades cálidas (aquellas que transmiten sensación de calor) y por lo general, el aspecto que transmiten es serio. Están hechos de madera que normalmente se tinta y poseen terminaciones muy del estilo handmade o hecho a mano. Los tipos de madera que más se utilizan son: nogal, cerezo o caoba.
Zen: Son piezas que tienden a la simplicidad y normalmente son rectas. Es más, generalmente, mantienen la tonalidad propia de la madera.
Pop: estos muebles son aptos solo para aquellos que tengan unas preferencias vanguardistas. Normalmente poseen tonos muy vistosos y estampados extravagantes, eso sí, todos ellos muy singulares. Por lo general, se fabrican para teatros, exposiciones, … Son muebles pop, por ejemplo, las sillas con diseños raros fuera de lo normal o mesas demasiado bajas.
Vintage: son muebles que hemos recobrado de años atrás y que reciclamos (se pintan, se reparan…) para ser reutilizados.
De diseño: este tipo de mobiliario dotan a la habitación de una distinción y elegancia únicas, sin perder su usabilidad.
Barroco: son piezas cuya principal peculiaridad es que contienen elementos o diseños muy pomposos y recargados y no solo eso, sino que llevan muchas siluetas y componentes que dan una sensación de desorden y baturrillo.
Contemporáneo: el mobiliario de este tipo de diseño empezó a producirse a mitad del siglo pasado y el aspecto no termina de ser vanguardista. Es característico de este estilo los trazos definidos y las curvas sofisticadas.
Minimalista: es conocido por su falta de detalles ornamentales ya que lo único que pretenden es conseguir ser muebles prácticos en el hogar.
Rústico: son muebles que presentan una apariencia muy robusta. Dan la impresión de que haber sido utilizados, que son simples o básicos.